Aunque en su formato actual, Biolinea.com nació en el año 2000, sus raíces se remontan a principios de los años 80 del siglo pasado, cuando el Dr. Sebastian Crespi y un grupo de microbiólogos clínicos y ambientales fundaron en Palma de Mallorca, España, la firma Biocontrol, una empresa pionera en el campo de la salud pública y el turismo. Desde entonces el Dr. Crespi ha destinado buena parte de su vida profesional a trabajar conjuntamente con la industria turística en la resolución de problemas de salud pública en los hoteles y en el desarrollo de programas educativos y de mejora en todos los campos de la salud y el turismo. Fruto de este interés por la salud y el turismo nació Biolinea|com, inicialmente un portal dedicado a la formación on-line en materia de salud, seguridad y medio ambiente en el turismo.
En la actualidad, la firma es parte del grupo DRCRESPI Public Health Solutions, que incluye a la firma de salud ambiental y tratamiento de aguas ATA Ecotecnologia e Higiene, y ha crecido y evolucionado hasta ser una empresa de referencia internacional en su campo. En efecto, hoy trabajamos en todo el mundo y para un gran número de organizaciones turísticas y de otros ámbitos. Es para nosotros un orgullo y un honor poder decir que contamos con la confianza de miles de clientes en todo el mundo, incluidos grandes cadenas hoteleras, compañías internacionales de cruceros, los más importantes tour operadores, industrias de todo tipo y hospitales. Creemos no exagerar si decimos que en alguno de nuestros ámbitos de actuación, como en el de la prevención y control de la Legionella, somos líderes mundiales.
¿Qué es lo que nos distingue? Nos gusta pensar que solucionamos problemas de salud pública cuando y donde los haya y que contribuimos a evitarlos mejor que los demás. Creemos que nuestros clientes, y los clientes de nuestros clientes, son nuestros socios y que colaboramos con ellos en la búsqueda permanente de lo mejor para sus empresas. Pensamos siempre en términos de coste-eficacia y utilizamos los recursos de nuestros clientes como si fueran nuestros. Perseguimos siempre la excelencia y, por ejemplo, no cobramos honorarios si nuestros cursos de formación no alcanzan en los cuestionarios de evaluación una nota mínima de 8 sobre 10. Por último, pero no menos importante, practicamos códigos de buenas prácticas y de conducta ética de manera sistemática y rigurosa en el convencimiento de que solo así, trabajando con valores sólidos, beneficiaremos a nuestros clientes y a nuestra empresa.